Está demostrado que los colores ejercen influencia en nuestro estado a través de las sensaciones que nos pueden ocasionar y la habitación de los niños suele ser el lugar con más colores de la casa.
Sin embargo, existen algunos colores más apropiados que otros dependiendo del caso.
- Verde:transmite seguridad, expansión, y anima el crecimiento emocional.
• Azul: tiene un efecto calmante, tranquilizador y de serenidad. Ayuda a conciliar el sueño.
• Rosa:se le asocian características femeninas. Promueve la calma, la dulzura y el afecto.
• Naranja: es el color de la vitalidad, alegría y felicidad. Ayuda a deshacerse de los miedos y la depresión.
Colores naturales como los de madera, crudo y beige, transmiten tranquilidad y quietud, por lo que pueden ser adecuados para niños muy excitables. Cuando se presentan en exceso y sin otros toques de color pueden resultar aburridos y conspirar contra la creatividad.